viernes, 11 de marzo de 2011

¿Cómo he podido contagiarme? (SIDA)

El virus del sida está presente en fluidos del paciente además de la sangre, tales como la saliva, el semen o las secreciones. Sólo cuando la concentración del virus es suficientemente elevada, como ocurre a veces con el semen o las secreciones vaginales, se produce la infección.
El problema del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) es que raramente avisa cuando nos infecta. Esto quiere decir, ni más ni menos, que podemos ser contagiados sin percibir ningún síntoma que nos avise o, como mucho, sufrir un cuadro gripal, a veces leve como tantos otros que padecemos a lo largo del invierno. A partir de ahí, sin saberlo, estamos infectados con el virus del sida y podemos tardar meses o años en enterarnos.
El contagio del VIH se produce cuando el virus, presente en las secreciones corporales como el semen o las secreciones vaginales y en la sangre del paciente infectado, entra en nuestro torrente sanguíneo.
Es decir, el virus tiene que llegar a ponerse en contacto con nuestra sangre y circular por ella para poder infectarnos. En su forma de transmisión, el VIH es idéntico al virus de la hepatitis B y se comporta en la mayoría de los casos como una enfermedad de transmisión fundamentalmente sexual.
Las formas de contagio pueden resumirse en las siguientes:


->Sangre-Sangre:

Es el caso de las transfusiones sanguíneas de pacientes infectados a sujetos sanos. Este tipo de contagio se produjo en la década de los 80 cuando todavía no se conocía bien la enfermedad y menos aún éramos capaces de detectar el virus en la sangre de los donantes. En la actualidad, toda la sangre que se usa en transfusiones y otros productos derivados como plaquetas, plasma o leucocitos, son analizados sistemáticamente y es imposible que transmitan la infección por VIH.
Esta vía sanguínea es la que también contagia el virus en el caso de los sujetos adictos a drogas por vía intravenosa. Es decir, aquellos que comparten jeringuillas para administrarse las drogas (fundamentalmente heroína y derivados). En la actualidad, este modo de contagio ha disminuido mucho gracias a las campañas de administración gratuita de jeringuillas y a las modas, que también influyen sobre los hábitos de consumo de estupefacientes. En la actualidad, la cocaína (inhalada o fumada), las drogas de diseño e incluso los derivados de la heroína (fumados en forma de 'chinos'), han dejado obsoleta la imagen del heroinómano enganchado a una jeringuilla.

->Fluidos-Sangre

Como dijimos, el virus del sida está presente en fluidos del paciente además de la sangre, tales como la saliva, el semen o las secreciones. Sólo cuando la concentración del virus es suficientemente elevada, como ocurre a veces con el semen o las secreciones vaginales, se produce la infección.
Este contacto se produce fundamentalmente durante las relaciones sexuales en las que tanto el semen como las secreciones vaginales o la saliva pueden acceder a nuestra circulación sanguínea. Este contacto tiene lugar a través de pequeñas erosiones o heridas, incluso las que son diminutas y no apreciables a simple vista, que podamos tener en nuestros órganos sexuales -pene, vagina, región anal y rectal o bien en la boca-.
Por lo tanto, durante las relaciones sexuales con un sujeto infectado por el VIH, la existencia de heridas en la boca, la vagina, el pene o la zona anal y el recto pueden ser la puerta de entrada del virus. El preservativo o condón se ha convertido por el momento en la mejor arma para prevenir este tipo de transmisión.
El contagio por vía sexual es en estos momentos la primera causa de transmisión tanto en los países desarrollados como en el Tercer Mundo, donde la enfermedad ha adquirido tintes de epidemia apocalíptica.
En la actualidad, la vía rectal entre homosexuales ya no es la causa principal de contagio como ocurría en los años 80. Actualmente, el mayor número de casos se da por contacto heterosexual por vía vaginal. La consecuencia está clara, todos somos población de riesgo, sobre todo si, como hemos dicho, un sujeto puede estar infectado y no saberlo durante largo tiempo. En este período se convierte en una importante fuente de transmisión si, por ignorancia, no toma precauciones. 

->Transmisión madre-hijo: 

También denominada transmisión vertical, porque se produce durante el embarazo o gestación. Durante este período, la sangre de la madre infectada puede llegar a contactar con la del feto y transmitir el virus. Sin embargo, en general, la placenta actúa como un filtro eficaz y la mayoría de los contagios de este tipo se producen justo en el momento del parto. Es precisamente durante la fase expulsiva del mismo, es decir, cuando el recién nacido sale al exterior, en el momento en que existe un mayor riesgo de contacto de líquidos corporales, incluida la sangre, entre madre e hijo.
En la actualidad, el tratamiento materno durante los meses previos al parto disminuye muchísimo el riesgo de contagio al recién nacido. Sin embargo, en países pobres, donde no existen fármacos a disposición de la población, esta vía de contagio es muy importante y provoca gran mortalidad infantil.

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